Embárcate en una emocionante aventura por la hermosa isla de Gran Canaria, donde cada rincón revela la rica historia y la impresionante belleza natural de este destino único. Con esta ruta de tres días en coche, podrás descubrir pueblos encantadores, hermosos paisajes e interesantes yacimientos arqueológicos.
Agüimes
Comienza tu viaje en el encantador pueblo de Agüimes, en el sureste de Gran Canaria, donde la arquitectura tradicional canaria se fusiona con la hospitalidad local. Calles empedradas y casas multicolores dan la bienvenida al visitante, transportándote a una época pasada. No te pierdas la Plaza Nuestra Señora del Rosario, un lugar lleno de encanto, rodeado de tiendas y restaurantes que ofrecen delicias culinarias auténticas.
Cada rincón del casco histórico de Agüimes parece esculpido a golpe de cincel. La tradición y la historia convergen en un entramado de calles, plazas y pasadizos adornados con una colección de esculturas de tintes mágicos. Desde princesas aborígenes hasta animales de carga, los camellos ayudaron a construir la sociedad agrícola y ganadera, estas estatuas tan evocadoras, cuentan la historia de la Villa.
En cada calle se despliegan sorpresas, revelando una ciudad que no solo es un bonito envoltorio, sino también un crisol de tradición artesanal y donde el bronce de las esculturas se transforma en oro líquido. Algunas estatuas de bronce están dedicadas a personajes históricos o a la vida cotidiana, como La Música o Los Enamorados, ambas realizadas por Ana Luisa Benítez, convirtiendo a Agüimes en un destino donde el arte y la cotidianidad se entrelazan de manera única.
En el corazón de Agüimes, la Iglesia de San Sebastián se alza como una joya neoclásica que cautiva con su esplendor. Iniciada en 1787 bajo la dirección de Diego Nicolás Eduardo, el templo parroquial no pudo finalizarse hasta 1940. De planta basilical, la iglesia presenta tres naves de igual altura, bóvedas de medio cañón y una cúpula única en Canarias. Su fachada de cantería, con torres gemelas y un frontón elegante, refleja la magnificencia del neoclasicismo canario. La iglesia acoge una variedad de estilos artísticos en su interior, desde el gótico hasta el barroco, con obras destacadas de Luján Pérez y la Escuela Sevillana.
Además, Agüimes, como vestigio antiguo de la conquista de Canarias, fue uno de los primeros núcleos poblados tras la conquista castellana en 1491, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar el estilo arquitectónico exportado a América Latina. La arquitectura colorida de Agüimes recuerda a los estilos arquitectónicos aún presentes en lugares como Perú o Guatemala, transportando a los visitantes a un ambiente de cierto exotismo.
Arucas
Desde Agüimes, dirígete hacia el norte para descubrir Arucas, conocida por su impresionante iglesia neogótica y su destilería de ron. La Catedral de San Juan Bautista es una obra maestra arquitectónica que domina el horizonte, ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad. Explora las calles adoquinadas y disfruta de la autenticidad de Arucas mientras te sumerges en su atmósfera relajada.
Enclavada en el corazón de Arucas, la Casa de la Cultura, fundada en 1973, se erige como un centro cultural que alberga eventos y exposiciones. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando fue concebida como una típica casa canaria con un patio interior que alberga un ejemplar centenario del emblemático drago canario. La Casa de la Cultura ha sido un faro de conocimiento y creatividad. A medida que uno se adentra, se descubre un patio interior adornado con columnas de madera, escudos heráldicos y detalles ornamentales que narran la historia de Arucas.
La pintoresca Arucas revela un tesoro histórico: la Heredad de Aguas. Como un capítulo más de la rica historia de esta región, la Heredad de Aguas es un testimonio del ingenio y la gestión del agua en la isla. El paisaje se transforma en un entorno donde las canalizaciones y acequias se entrelazan con la topografía, recordando una época en la que la comunidad trabajaba en armonía para asegurar el suministro de agua a sus cultivos.
Este sistema, meticulosamente planificado y ejecutado, refleja la conexión intrínseca entre la tierra y la comunidad. Al explorar las calles de Arucas, el visitante se encuentra con este legado agrícola, donde la historia fluye a través de cada surco y cada piedra. La Heredad de Aguas de Arucas se convierte en un símbolo tangible de la habilidad canaria para integrar la naturaleza en su vida cotidiana y un recordatorio de que cada rincón de Gran Canaria esconde un pedazo de su fascinante historia.
Frente a la Heredad de Aguas de Arucas se extiende el Parque Municipal de Arucas, también conocido como Parque de Gourié, es la joya verde que embellece el norte de Gran Canaria. La ciudad, definida en los años setenta como «La ciudad de las flores» y bajo el lema «Arucas, piedra y flor», ha visto florecer su patrimonio arquitectónico y natural en este rincón singular. Originado durante el Mayorazgo de Arucas en el siglo XVII, este espacio verde se ha transformado en un auténtico pulmón urbano que atrae a visitantes y residentes por su frescura y belleza.
La Catedral de Las Palmas de Gran Canaria
Continúa tu viaje hacia la capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria, donde la majestuosa Catedral de Santa Ana te espera. Este impresionante templo, construido a lo largo de varios siglos, combina estilos arquitectónicos que van desde el gótico hasta el neoclásico. Admira sus imponentes columnas y vitrales, mientras te sumerges en la historia religiosa y cultural de la región.
Considerada como la Basílica de Canarias, en el interior de este Monumento Histórico-Artístico Nacional, destacan algunas obras maestras como el Cristo y la talla de la Dolorosa, ambas de Luján Pérez, y la Cruz Procesional, del orfebre español Damián Castro. El Museo Diocesano de Arte Sacro, ubicado en una de las salas que dan al patio de los naranjos, ofrece un vistazo más cercano a estas joyas artísticas, permitiendo a los visitantes sumergirse en la riqueza cultural que la catedral atesora.
Entre los muros de la Capilla de la Música, se encuentra el órgano, considerado como una joya musical. Bautizado popularmente como el «Órgano de Rocafort» en honor al célebre músico Luis Rocafort, se inauguró en 1863 después de ser construido en Valencia por Antonio Portell Fullana. Este instrumento se erige como un testimonio de la devoción por la música sacra de la Catedral de Santa Ana a lo largo de los siglos.
La Catedral de Santa Ana es el epicentro del casco histórico de Vegueta, un barrio lleno de encanto colonial que te invita a pasear por sus estrechas calles empedradas. Descubre la Plaza de Santa Ana, donde podrás relajarte en una terraza y disfrutar de la arquitectura circundante. Además, visita la Casa de Colón, un museo que rinde homenaje a los viajes de Cristóbal Colón y sus increíbles expediciones.
Maspalomas
Dejando la capital, pon rumbo al sorprendente sur de Gran Canaria, más allá de sus icónicas playas y su clima envidiable, se encuentra uno de los paisajes más singulares de Gran Canaria: las Dunas de Maspalomas. Este extenso campo de dunas de arena dorada se encuentra junto al océano Atlántico, ofreciendo un escenario impresionante y oportunidades para practicar deportes acuáticos o simplemente relajarse en la playa.
Enclavada en San Bartolomé de Tirajana, dentro de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, esta área natural de impresionante belleza está presidida por el icónico Faro de Maspalomas. Iniciado en 1861 y completado 28 años después, la construcción, con sus 60 metros de altura y 6.2 metros de diámetro, presenta una linterna resguardada por una cúpula de cristal. Antaño esencial en las rutas entre Europa y América, el faro hoy preside un animado paseo marítimo, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de realizar compras, cenar junto al mar o simplemente disfrutar de las vistas.
Las Dunas de Maspalomas son un paraíso para los amantes de la naturaleza. Realiza un paseo al atardecer para experimentar la mágica transformación de la luz sobre las dunas. Además, en este espacio natural protegido, se encuentra la Charca de Maspalomas, uno de los tres ecosistemas que componen el entorno de Maspalomas junto con las Dunas y el Palmeral, es una joya de agua salina que posee un inestimable valor ecológico y biológico. Sus aguas albergan una rica biodiversidad, convirtiéndola en un hábitat esencial para aves, reptiles, peces y fauna invertebrada.
El paseo junto a la charca ofrece una experiencia única para los amantes de la observación de aves, brindando la oportunidad de avistar hasta 24 especies diferentes, como garzas reales, garcetas comunes, correlimos tridáctilos, gaviotas patiamarillas, gallinetas, fochas comunes, águilas pescadoras y halcones tagarotes. Observa a estas especies mientras disfrutas de la tranquilidad de este entorno único.
El Palmeral de Maspalomas es un oasis de verdor, en armonía con las doradas dunas que lo rodean, ofrece una paleta de contrastes única. En este rincón, la frondosa vegetación contrasta con la arena fina y dorada, creando un espectáculo visual cautivador. El Palmeral, cuidadosamente integrado en el paisaje dunar, añade un toque de frescura y serenidad a la vibrante costa del sur de Gran Canaria. Este vergel es un recordatorio de la riqueza biológica que se puede encontrar en las Islas Canarias.
Santa Lucía de Tirajana y La Fortaleza
Continúa tu ruta hacia el interior de la isla, donde las montañas y el patrimonio aborigen se entrelazan en un lugar mágico llamado La Fortaleza situada en Santa Lucía de Tirajana. Aquí, las viviendas-cuevas de los aborígenes canarios te transportarán a tiempos remotos. Explora el centro de interpretación para obtener una visión más profunda de la vida de los primeros habitantes de Gran Canaria.
El Centro de Interpretación de La Fortaleza es uno de los principales recursos patrimoniales de Gran Canaria. Su visita enriquece la experiencia del visitante al proporcionar una comprensión profunda del espacio arqueológico y del patrimonio único de la isla. Sumérgete en el cortometraje «Ansite«, dirigido por Armando Ravelo, cineasta originario de Telde, y vive la historia que retrata el último día de la resistencia indígena en la isla de Gran Canaria.
La Fortaleza es un testimonio vivo de la rica historia de Gran Canaria. Visita el yacimiento arqueológico y maravíllate con las estructuras excavadas en la roca que los aborígenes canarios utilizaban como viviendas. El entorno montañoso que rodea La Fortaleza ofrece también oportunidades para realizar senderismo, con rutas que te llevan a distintos miradores con impresionantes vistas panorámicas.
Situada en la Caldera de Tirajana, este yacimiento arqueológico fue testigo de la resistencia indígena durante la invasión castellana en el siglo XV. En La Fortaleza descubrirás cómo era un poblado fortificado en cuevas naturales y artificiales que sirvieron como viviendas, almacenes y espacios funerarios. En el año 1485, La Fortaleza fue uno de los últimos bastiones de resistencia frente a los conquistadores europeos. Compuesto por tres roques, siendo La Fortaleza Grande la más destacada, este conjunto ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Tejeda
Dejando atrás La Fortaleza, adéntrate en el corazón montañoso de la isla y descubre Tejeda, un pueblo encantador rodeado de paisajes de ensueño. Desde el Roque Nublo, una formación rocosa emblemática, hasta las calles adoquinadas llenas de encanto, Tejeda es una parada obligada para los amantes de la naturaleza y la cultura. Explora el casco histórico de Tejeda, donde la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro y la Plaza del Socorro se destacan como testigos de la rica herencia de la región.
En Plaza Mirador del Ayuntamiento de Tejeda podemos ver la escultura «Mantilla Canaria», una obra de bronce a tamaño natural creada por el escultor canario Abraham Cárdenes Guerra. La pieza representa a una mujer vistiendo la tradicional mantilla canaria. Su forma es la de un enorme triángulo, con el ángulo que cae en la espalda adoptando una forma redondeada.
Cada rincón de Tejeda cuenta una historia, desde las tradiciones arraigadas hasta la arquitectura que ha resistido el paso del tiempo. Sumérgete en este pueblo encantador, donde la conexión con la naturaleza se entrelaza con la riqueza de su patrimonio cultural, ofreciendo a los visitantes una experiencia inolvidable en el corazón de Gran Canaria.
El Roque Nublo
Tejeda es conocida como el «balcón de Gran Canaria», y una visita al mirador de Degollada de Becerra te permitirá entender por qué. Desde este punto elevado, podrás contemplar el espectacular paisaje montañoso que rodea Tejeda, con el Roque Nublo dominando el horizonte. El Roque Nublo, majestuoso monolito que se alza a casi noventa metros desde su base, es un testigo imponente del segundo ciclo volcánico de Gran Canaria.
Ubicado a 1.813 metros sobre el nivel del mar, este hito geográfico ha sido adorado desde la antigüedad y forma parte fundamental de la historia de la isla. Los primeros habitantes de Gran Canaria se congregaban en este impresionante monolito para celebrar rituales y adorar al dios Acorán. Su elevación sobre el nivel del mar y su ubicación estratégica lo convierten en un sitio propicio para observar fenómenos astronómicos, como los lunasticios, eventos celestiales que ocurren cada 18,6 años.
Designado como Espacio Natural en 1987 y Parque Rural en 1994, el Roque Nublo está rodeado por un paisaje exuberante de pinos, retamas y tajinastes, que ofrecen un espectáculo visual único, especialmente cuando los tajinastes florecen en vibrantes tonos rojos. Los días soleados revelan un bosque cálido y acogedor, mientras que, por encima de los 1.500 metros, se puede disfrutar de un fascinante mar de nubes que se desplaza hacia las laderas montañosas.
Gáldar y la Cueva Pintada
Finaliza tu viaje por la isla de Gran Canaria en Gáldar, donde la Cueva Pintada revela el arte rupestre prehispánico en un fascinante yacimiento arqueológico. Sumérgete en las pinturas que decoran las paredes de la cueva y déjate llevar por la imaginación, conectando con la rica historia de los primeros habitantes de la isla y el ejemplo más complejo de pintura mural indígena en Gran Canaria. Los excepcionales murales de la Cueva Pintada reflejan una técnica depurada en su realización.
La preparación de la pared involucraba tapar fisuras mediante un llagueado de mortero y enlucir con una mezcla de arcilla. La aplicación de pinturas murales en los paneles de la cueva se realizaba sobre un boceto previo, empleando dedos o pinceles, posiblemente fabricados con pelo de cabra o juncos. Los colores, provenientes de minerales como almagres y arcillas, se aplicaban sobre una pared ligeramente humedecida.
La Cueva Pintada es una ventana al pasado, donde las representaciones artísticas de los antiguos canarios te transportarán a su modo de vida. El centro de interpretación ofrece una perspectiva detallada de la cueva y su significado histórico. Además, explorar el encantador casco histórico de Gáldar, te llevará a descubrir la Iglesia de Santiago de los Caballeros y la Plaza de Santiago, lugares imperdibles.
Este complejo troglodita, residencial y funerario, adquirió su aspecto actual después del siglo XII y parece vinculado a linajes aristocráticos indígenas, vinculado a la realización de ritos funerarios y banquetes. Este poblado, con su disposición escalonada y aglomeraciones, refleja una estructura social y residencial celular, probablemente ocupada por grupos de parientes reales o sociales.
En torno a la Cueva Pintada se descubre un sector escalonado que configura uno de los barrios de la Agáldar prehispánica. Las casas, de planta cuadrangular y rodeadas por muros circulares, presentan dos períodos de ocupación: desde el siglo VI hasta el XI y desde el siglo XIII hasta el XVI. La construcción involucra paredes de basalto o sillares de toba, mientras que el interior revela pinturas, restos de mortero y objetos domésticos variados.
Esta ruta en coche te llevará a través de la diversidad de Gran Canaria, desde encantadores pueblos hasta imponentes dunas y sitios arqueológicos fascinantes. Descubre la auténtica esencia de la isla mientras exploras estos tesoros que hacen de Gran Canaria un destino inolvidable. ¡Prepárate para una experiencia que mezcla historia, cultura y naturaleza en cada curva del camino!
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Documentación y redacción realizada por Ana Isabel Escriche. Fotografía, realización de vídeo y postproducción realizado por Ángel Bigorra.