Los vestigios del pasado romano de Gijón nos trasladan al enclave más importante de Asturias. A continuación, visitamos los yacimientos y museos arqueológicos de sitio donde se conservan y difunden este importante legado del Gijón romano.
Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres
Los orígenes de Gijón se sitúan en la Campa Torres. Fue el castro más importante a orillas del cantábrico, mencionado por autores clásicos como Oppidum Noega.
Formado alrededor de los siglos VI-V a. C. sus primeros habitantes, miembros de la tribu de los cilúrnigos, se dedicaban básicamente a la metalurgia. Con la llegada de los romanos, convivieron en cierta armonía.
El itinerario arqueológico de la Campa Torres consta de quince puntos de observación en los que se muestran los elementos más significativos del antiguo Oppidum Noega.
Lo primero que llama la atención son las partes defensivas del castro, donde destaca un enorme foso de 8 m de profundidad excavado y unos 14 m de anchura.
Nos encontramos en los confines del territorio astur, en un pequeño cabo que se convertirá en uno de los fondeaderos más importantes del mar Cantábrico.
En el Oppidum Noega se erigirá un monumento dedicado al emperador Cesar Augusto, un fragmento del cual, ha llegado a nuestros días.
Aquí se iniciaría un importante comercio marítimo que se ampliará con la llegada de los romanos, con importaciones de vino, aceite y salazones.
Veremos los cimientos de varias casas romanas de planta cuadrangular de diferentes tamaños, algunas han conservado la traza del pórtico de acceso, otras donde se ubicaba el fuego del hogar.
Junto al museo de la Campa Torres veremos la recreación de una casa romana. Sus paredes de piedra se sujetaban con una mezcla de barro.
También se pueden observar los cimientos de planta circular de una casa astur. El suelo era una base de arcilla con pequeños cantos rodados y las paredes eran de madera y barro.
Para imaginarnos mejor el método constructivo se ha recreado una casa astur junto al museo de la Campa Torres. Construidas con una sola habitación y techo de paja, hierba o entramado de ramas.
La exposición permanente del museo de la Campa Torres hace un recorrido por la historia del Oppidum Noega desde sus orígenes hasta la época romana.
Termas romanas de Campo Valdés
La llegada de Cesar Augusto y el aumento de población hace necesario a finales del siglo I d. C. la creación, en el actual barrio de Cimadevilla, de una nueva ciudad romana que contará, entre otros, muchos edificios con unas termas públicas.
Gracias a la proyección de un pequeño documental, varias maquetas, textos y dibujos podemos comprender la función y la actividad de las termas romanas de Campo Valdés. Las termas públicas de la ciudad romana de Gijón, presentan diversas fases constructivas.
La primera fase se sitúa a finales del siglo I d. C. o inicios del siglo II d. C. cuando se levanta un edificio termal que consta de vestuario, sala de baños fríos, salas templadas y una sala de baños calientes conectadas por un largo pasillo.
A este primer proyecto se le añadirá una sala de sudoración de planta circular. El complejo será ampliado a partir del primer tercio del siglo II d. C. Se le añadirán una nueva sala de sudoración de planta rectangular y varias estancias decoradas cuyas pinturas han llegado a nuestros días.
Estos zócalos conservadas in situ son de los pocos que pueden observarse dentro de su posición original y no han sido trasladados a las salas de un museo.
Hay que pensar que en época romana las termas romanas de Campo Valdés eran un hervidero de gente que las podía utilizar diariamente, desde el mediodía hasta el anochecer.
Además del aseo, las termas eran un lugar habitual de reunión, ejercicio y entretenimiento. Después de desnudarse y dejar la ropa en su lugar correspondiente en el vestuario.
Los romanos y romanas iniciaban su rutina primero en la sala fría. En el caso de las termas romanas de Campo Valdés, se ha conservado, en uno de sus extremos de la sala, la piscina de agua fría.
Después se aclimataban en la sala templada. En el caso de las termas romanas de Gijón se ha conservado parte del sistema de calefacción formado por unas columnillas de ladrillos cuadrados que elevaban el suelo.
Para acabar en la sala caliente que disponía de una piscina de agua caliente de un metro de profundidad y donde veremos también restos del hipocausto: el sistema de calefacción.
Las termas romanas de Campo Valdés permanecerán en uso hasta finales del siglo IV d. C. principios del siglo V. Con la llegada a la Edad Media el espacio es convertido en necrópolis tras la creación de un templo religioso.
Con ayuda de una pasarela elevada podemos acceder a todos los espacios conservados de las termas y recorrer las salas tal y como lo hacían los romanos y romanas que las utilizaban.
Villa romana de Veranes
La villa romana de Veranes se encuentra situada en una zona rural próxima a Gijón y a la antigua ruta que comunicaba con la capital romana del territorio: Asturica Augusta (Astorga).
La parte que comprende la pars urbana de la villa romana de Veranes construida en siglo IV d. C. se asienta sobre los restos de un importante asentamiento rústico anterior del que habría transformado el granero.
Se cree que el propietario de esta gran casa señorial cuyos restos podemos visitar hoy podía haberse llamado Veranius. Aquí fue encontrada la inscripción fechada en el siglo IV d. C. que decía: “Que disfrutes de tu casa” y que podemos ver expuesta en el museo.
La villa romana de Veranes presenta tres fases constructivas realizadas a lo largo del siglo IV d. C. La vista panorámica nos muestra las distintas dependencias situadas en cuatro terrazas excavadas en una ladera.
Si nos situamos frente a la entrada principal de la villa, delante de nosotros veremos un gran patio que sirve de espacio de distribución al resto de la casa. Era el espacio que cruzaban los invitados y visitantes en dirección al espacio de representación donde eran recibidos por el dominus.
A la izquierda encontramos el área de servicios compuesta por el granero u hórreo, la cocina y el horno. A la derecha de la puerta se encontraba un puesto de guardia o vigilancia que precedía a las dependencias privadas y dormitorios situados tras una larga galería cubierta.
La vida política y social se desarrollaba en los llamados espacios de representación, que en el caso de la villa romana de Veranes, son excepcionales. Se componía de un espacio de recepción ceremonial que ha conservado el pavimento de mosaico policromado.
La cubierta que protege al mosaico del espacio de representación ayuda a imaginarse las dimensiones originales de este importante espacio que el dominus utilizaba para recibir a sus clientes e importantes personajes.
Al final de la galería cubierta se encontraban las termas privadas, el gran comedor rematado con un ábside y que con el tiempo será utilizado como basílica, una sala de estar y la habitación del señor calefactada.
La villa como explotación agrícola continuará en uso hasta el siglo V d. C. Un pequeño museo a la entrada al yacimiento nos permitirá conocer la evolución desde el periodo romano hasta final de la Edad Media y la historia de la villa romana de Veranes.
Puedes ampliar información sobre cada uno de los yacimientos romanos de Gijón en Planeta Dunia:
Termas Romanas de Campo Valdés. Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres. Villa Romana de Veranes. O mirar nuestro vídeo sobre nuestra visita a las Termas Romanas de Gijón, el yacimiento de la Campa Torres y la Villa romana de Veranes, en este enlace.
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Documentación y redacción realizada por Ana Isabel Escriche. Fotografías, realización de vídeo y postproducción de Ángel Bigorra.
1 comentario en «Gijón romano en un carrete de 36 fotografías»