Saint-Bertrand-de-Comminges es un destino que cautiva a los amantes de la historia y el turismo cultural.

Desde su pasado romano como Lugdunum Convenarum hasta su esplendor medieval, esta ciudad ubicada en los Pirineos franceses es un verdadero museo al aire libre. A lo largo de los siglos, ha sido testigo de invasiones, transformaciones arquitectónicas y figuras clave de la historia.

Lugdunum Convenarum: La Ciudad Romana Perdida

En el año 72 a.C. , el general romano Cneo Pompeyo el Grande o Cneo Pompeyo Magno fundó la ciudad de Lugdunum Convenarum como un enclave estratégico para controlar el paso entre Hispania y la Galia. En su apogeo, la ciudad llegó a tener hasta 30,000 habitantes, con una infraestructura que incluía un foro, teatro, templo, termas y mercado.

Sin embargo, la prosperidad de Lugdunum Convenarum se vio afectada por invasiones y conflictos. Entre 284 y 641 d.C., la ciudad se fortificó con murallas para protegerse, pero finalmente sucumbió a los ataques de los vándalos en el siglo V, lo que llevó a su abandono progresivo.

El Destierro de Herodes Antipas: Un Exilio en los Pirineos
Uno de los episodios históricos más intrigantes de Saint-Bertrand-de-Comminges es el destierro de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y Perea, quien jugó un papel clave en los eventos narrados en la Biblia.

Herodes Antipas es conocido por haber ordenado la ejecución de Juan el Bautista y por su participación en el juicio de Jesús de Nazaret.

Sin embargo, su vida cambió drásticamente cuando, en el año 39 d.C., el emperador Cayo Julio César Augusto Germánico – Calígula lo desterró junto a su esposa Herodías a Lugdunum Convenarum, en los Pirineos franceses.

Lejos de su antiguo poder, Herodes Antipas vivió sus últimos días en el exilio en esta ciudad romana, marcando un capítulo inesperado en la historia del lugar. Aunque pocos vestigios de su presencia han sobrevivido, el hecho de que un personaje tan relevante de la historia bíblica haya terminado aquí añade un misterio fascinante a Saint-Bertrand-de-Comminges.
Bertrand de Comminges: El Renacimiento de la Ciudad Medieval

El renacimiento de la ciudad comenzó en el siglo XI gracias a Bertrand de Comminges, nacido en 1050 en L’Isle-Jourdain.

En ese momento, Saint-Bertrand-de-Comminges estaba en decadencia, pero su llegada como obispo en 1080 marcó el inicio de una transformación significativa.

Bertrand promovió el retorno de habitantes, reconstruyó la ciudad y encargó la construcción de la Catedral de Sainte-Marie, que se convirtió en un centro de peregrinación en el Camino de Santiago.

Sus esfuerzos fueron tan trascendentales que en 1309 fue canonizado por el Papa Clemente V, y desde entonces la ciudad lleva su nombre en honor a su legado.
La Catedral de Saint-Bertrand-de-Comminges: Joya del Pirineo

Construida entre los siglos XII y XIV, la Catedral de Sainte-Marie es una combinación de románico, gótico y renacimiento, destacando por su impresionante claustro y su coro tallado.

Su historia se remonta a un primer templo mencionado por Gregorio de Tours en el siglo VI.

Uno de los elementos más fascinantes es su órgano de esquina, construido en 1551 por Nicolas Bachelier. Es único en Europa, con una de las mejores cajas renacentistas esculpidas en madera.

La Muralla y sus Puertas Históricas

Saint-Bertrand-de-Comminges conserva vestigios de su pasado fortificado, con tres puertas de entrada que reflejan distintos momentos históricos:

Puerta Majou: Antiguamente el acceso principal, reconvertida en prisión en el siglo XVIII.

Puerta Cabirole: Inscripciones históricas y conexión con el Palacio Episcopal.

Puerta de L’Hyrisson: Contiene una estela funeraria con un antropónimo en lengua euskera aquitana.
Turismo y Actividades Actuales

Hoy en día, Saint-Bertrand-de-Comminges es un destino ideal para viajeros interesados en la historia y la fotografía.

Sus calles empedradas, casas medievales y eventos culturales ofrecen un ambiente auténtico para quienes buscan descubrir el pasado de manera única.

Saint-Bertrand-de-Comminges es un lugar donde la historia cobra vida en cada rincón. Desde su fundación romana hasta su transformación medieval, pasando por la influencia de Bertrand de Comminges y el exilio de Herodes Antipas, esta ciudad invita a los viajeros a descubrir más de 2000 años de historia.