Descubre el encanto del casco antiguo de Avilés en un carrete de 36 fotografías. Declarado Conjunto Histórico Artístico, cautiva con sus calles empedradas y edificios históricos. Avilés es perfecta para pasear. Sus singulares soportales nos brindan refugio tanto del sol como de la lluvia, mientras descubrimos el arte y la historia que aún se conservan en esta ciudad milenaria.
Plaza de España y Ayuntamiento
La Plaza de España de Avilés es el corazón histórico de la ciudad, cuenta con tres edificios majestuosos: el Ayuntamiento, la Casa de García Pumarino y el Palacio del Marqués de Ferrera. El Ayuntamiento, diseñado por Juan de Estrada en el siglo XVII, se inspira en el majestuoso Ayuntamiento de la capital del Principado y marcó el crecimiento urbano y la expansión de la ciudad.
Palacio de Valdecarzana
Sumérgete en la historia de Avilés al visitar el Palacio de Valdecarzana, también conocido como Casa de las Baragañas. Construido en el siglo XIV, es el edificio civil más antiguo de Avilés y un claro ejemplo de la arquitectura gótica de la ciudad. El Palacio de Valdecarzana destaca por sus ventanas geminadas de la primera planta, que se conservan en un excelente estado.
Iglesia de los Padres Franciscanos
La Iglesia de los Padres Franciscanos es el edificio religioso más antiguo conservado en Avilés. Durante siglos, fue la parroquia de San Nicolás de Bari y su construcción, que tuvo lugar entre finales del siglo XII y XIII, refleja el estilo románico de la época. Uno de los aspectos más destacados es su portada principal, parcialmente restaurada, pero que aún conserva el encanto del estilo románico.
Parque del Muelle
El Parque del Muelle fue, hasta los años setenta, el lugar preferido por la población de Avilés para socializar y pasar un rato agradable. Los domingos y días festivos, al mediodía, se celebraban conciertos de la banda municipal en el magnífico templete musical, una auténtica joya en su género en Asturias.
El parque se extiende en 14.000 metros cuadrados y fue diseñado por el arquitecto Bausá. Combina una hermosa labor de jardinería, que incluye pérgolas cubiertas de vegetación, con numerosas esculturas. Diez de ellas están inspiradas en motivos alegóricos de la mitología griega, y una de ellas forma una hermosa fuente.
Iglesia Vieja de Sabugo
La Iglesia Vieja de Sabugo se encuentra en la Plaza del Carbayo, en el pintoresco barrio medieval y marinero de Sabugo. Debido a la prolongación de las obras, esta iglesia refleja la influencia de dos estilos: el románico temprano y la transición hacia el gótico, también conocido como protogótico. La influencia románica se aprecia en el ábside semicircular y en la puerta lateral, mientras que la portada principal tiene un estilo protogótico.
Plaza del Carbayo
La Plaza del Carbayo es el centro neurálgico del singular y antiguo barrio marinero de Sabugo, el único que existía extramuros de la Villa de Avilés durante la Edad Media. Desde aquí parten y confluyen la histórica calle de Bances Candamo, con sus aceras con soportales, y la calle de La Estación, que es paralela a la anterior. Ambas se unen más abajo con la calle de Carreño Miranda.
Iglesia de Santo Tomás de Canterbury
La majestuosa Iglesia de Santo Tomás de Canterbury se alza imponente como la catedral de Avilés, simbolizando la modernidad, la expansión urbana y el crecimiento demográfico que experimentó la antigua villa marinera a finales del siglo XIX.
La iglesia sigue el estilo neogótico y presenta una planta de cruz latina, con tres naves en el eje principal y una en el crucero, todas cubiertas por bóvedas de crucería. El ábside es poligonal y le otorga un aire distintivo al edificio. Los elementos más destacados del templo incluyen su monumental fachada, coronada por el escudo de Avilés
Casa de Eladio Muñiz
La Casa de Eladio Muñiz, uno de los indianos avilesinos que hizo fortuna en Cuba, erigió esta residencia con aires palaciegos. Conocida también como Casa de Josefina Balsera, es una magnífica mansión construida en 1903. Destaca la espectacular fachada de la casa en forma de rotonda. Dispone de tres plantas, un ático con una bóveda y una hermosa torre mirador.
Plaza del Mercado
La Plaza del Mercado, también conocida por su nombre oficial Plaza de los Hermanos Orbón. Es uno de los espacios arquitectónicos más singulares de Avilés. Su perfecta simetría y el hecho de que esté completamente rodeada de galerías le otorgan una originalidad impactante.
Palacio de Maqua
El Palacio de Maqua es un noble edificio ubicado en plena calle La Cámara, una de las principales vías de la ciudad. Construido por la familia Maqua entre los siglos XIX y XX, este magnífico palacio combina elementos de arquitectura moderna con detalles historicistas, en este caso, de estilo gótico.
Palacio de Camposagrado
El Palacio de Camposagrado, finalizado en el siglo XVII, es el palacio más destacado de Avilés y algunos expertos consideran su fachada como el mejor ejemplo del barroco asturiano. Este magnífico palacio consta de dos fachadas distintivas: la fachada norte, ubicada en la calle de La Muralla, corre paralela a la antigua muralla y está compuesta por dos plantas.
La fachada sur, que se abre a la Plaza de Camposagrado, posee una gran vistosidad y elegancia arquitectónica. Consta de dos torres laterales simétricas, ambas con balcones, y un cuerpo central rectangular donde destaca el monumental escudo del propietario, Bernaldo de Quiros, marqués de Camposagrado.
Palacio Ferrera
El Palacio Ferrera, antiguamente residencia del marqués de Ferrera y actualmente convertido en el Hotel Palacio de Avilés, forma parte de los cuatro palacios barrocos más destacados de Avilés, junto con el palacio municipal, el palacio de Camposagrado y el palacio de García Pumarino.
El palacio fue construido entre los siglos XVII y XVIII, del que destaca su torre en escuadra. Es una de las más originales de la arquitectura civil asturiana. Con cuatro plantas y un mirador coronado por una balaustrada de rejería. A lo largo de su historia, el palacio ha acogido visitas de miembros de la realeza española que han venido a Avilés, añadiendo un toque de distinción a su legado histórico.
El palacio del marqués de Ferrera destaca por su elegante sobriedad. El interior del palacio alberga salones de gran belleza, entre los cuales destaca la biblioteca, un amplio espacio rectangular que a través de una destacada fachada con galerías interiores da hacia un magnífico jardín francés.
Iglesia de San Nicolás de Bari
La Iglesia de San Nicolás de Bari, antiguamente un convento de la comunidad franciscana, fue construida en el siglo XIII y a lo largo de los siglos, el convento ha sufrido numerosas modificaciones. Una de las partes originales que se conservan es el pórtico de la fachada norte, una transición arquitectónica del románico al gótico.
La Iglesia de San Nicolás de Bari conserva elementos que reflejan la identidad histórica de Avilés, como la pila bautismal, un capitel de alabastro que muchos expertos consideran uno de los pocos vestigios del dominio del Imperio Romano en Avilés durante los primeros años de la era cristiana y un interesante fresco descubierto recientemente.
Fuente de los Caños de San Francisco
La Fuente de los Caños de San Francisco representa uno de los símbolos arquitectónicos más emblemáticos del casco histórico de Avilés. En el frontal pueden verse seis cabezas humanas que manan agua hacia un pilón rectangular que adopta forma ovalada en su centro. Por encima de tres de las cabezas se encuentran dos escudos de Avilés en los laterales, y el escudo de armas del Reino de Castilla en el centro.
Calle Galiana
La calle Galiana es una de las calles más singulares y populares de la ciudad, junto con la calle Rivero. Su encantador tramo soportalado, que se extiende desde la plaza Álvarez Acebal, forma un laberinto interminable a la vista, cautivando a los visitantes. Construida en el siglo XVII durante la expansión de la ciudad más allá de las murallas, la calle Galiana conserva gran parte de su estructura original.
Sus 252 metros de longitud están completamente cubiertos por soportales. Muchos de los edificios construidos en aquella época siguen en pie hoy en día, apenas alterados. El estilo arquitectónico de la calle se basa en la tradición local de los soportales, que proporcionaban refugio tanto de la lluvia como del sol para los artesanos, cuya actividad era intensa.
Estos trabajadores podían realizar sus labores al aire libre bajo techado, con su almacén en la planta baja y su vivienda en el piso superior. Un aspecto único de la calle Galiana en comparación con otras calles con soportales es que las viviendas tenían, y aún tienen, huertos en la parte trasera, lo que permitía a los residentes contar con una fuente de alimentos frescos y también proporcionaba refugio para el ganado, principalmente vacas.
Casa de Arias de la Noceda
En la calle Galiana de Avilés, no solo destacan sus pintorescos soportales, sino también varios edificios relevantes que realzan aún más su encanto. Entre ellos se encuentra la Casa de Arias de la Noceda, un destacado ejemplo de la arquitectura indiana. Construida en 1883, su fachada principal se compone de un cuerpo central y dos laterales, donde destacan los elementos metálicos de estilo rococó, como la marquesina de hierro y cristal que adorna la entrada principal.
Plaza del Carbayedo
La Plaza del Carbayedo, situada al final de la calle Galiana, es un lugar lleno de historia y encanto. Antes era una extensa zona boscosa, llamada así por los «Carbayo» (robles). Conserva vestigios de su antiguo pasado rural, como un abrevadero convertido en fuente. Destaca un hórreo, granero asturiano para almacenar productos de la huerta.
Parque de Ferrera
En Avilés, encontrarás trece parques públicos que abarcan una superficie total de 272.000 m². El parque de Ferrera es uno de los más destacados y vistosos de Asturias, y es el parque más grande de Avilés, con 81.000 m², y también el más popular. Este pulmón verde del centro de la ciudad, es un amplio, hermoso y tranquilo espacio natural que atrae y deleita, a diario, a cientos de personas de todas las generaciones.
El parque se divide claramente en dos áreas distintas: el parque de estilo inglés y el Jardín Francés. El primero combina amplias áreas abiertas de praderas, un estanque acuático y frondosos bosques con árboles centenarios como tejos, cedros, pinos, robles, abedules, castaños, entre otros. El segundo, por su parte, cuenta con todos los elementos característicos de un jardín palaciego, como arbolado, pérgolas, fuentes y trazados singulares de boj que forman los parterres.
Calle Rivero
Con al menos cinco siglos de historia, la calle Rivero tiene una primera mención registrada en un acta municipal de 1485, cuando era un arrabal fuera de las murallas de Avilés. En el siglo XVII, se construyeron viviendas a lo largo de la calle, convirtiéndola en una importante vía, ya que formaba parte del camino Real a Oviedo, que partía de la plaza de España en aquel entonces.
Casa de García Pumarino
La Casa de García Pumarino, también conocida como Palacio de Llano-Ponte, es un elegante edificio del siglo XVII diseñado por los destacados arquitectos avilesinos Menéndez Camina, quienes también fueron responsables del diseño del Ayuntamiento. La armonía entre las fachadas de ambos edificios es notable y perdura hasta el día de hoy.
Teatro Palacio Valdés
El Teatro Palacio Valdés es una joya arquitectónica que sorprende a los visitantes. Diseñado por el arquitecto Manuel del Busto, el teatro presenta una deslumbrante fachada neo barroca. Inaugurado en 1920, el teatro cerró sus puertas en 1972, fue reinaugurado tras una completa restauración en 1992, devolviéndole su antiguo esplendor.
Cementerio de La Carriona
El Cementerio Municipal de La Carriona, situado en Avilés, es un lugar singular que alberga un valioso legado histórico y artístico. Construido entre 1887 y 1893 por el arquitecto Ricardo Marcos Bausá, este cementerio ha sido testigo de la riqueza y la influencia de las familias burguesas e indianos inmigrantes asturianos que amasaron fortunas en América.
Sus panteones y monumentos funerarios reflejan el poder económico y el estatus social de aquellos tiempos. A finales del siglo XIX, los símbolos relacionados con la muerte adquirieron un carácter romántico y esperanzador, alejándose de la oscuridad y la melancolía.
Centro Cultural Niemeyer
El Centro Cultural Niemeyer de Avilés, combina arquitectura innovadora, arte y cultura en un entorno único. Diseñado por el famoso arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, este complejo cultural se ha convertido en un ícono arquitectónico reconocido a nivel internacional.
El centro alberga una variedad de instalaciones culturales, incluyendo un teatro, una sala de conciertos, una sala de exposiciones y una torre mirador. Su diseño moderno y vanguardista refleja las características distintivas del estilo de Niemeyer, con formas curvas, líneas sinuosas y una integración armoniosa con el entorno natural.
La sala de conciertos es uno de los puntos destacados del Centro Cultural Niemeyer. Con una excelente acústica y capacidad para más de 1.000 espectadores, ha acogido a artistas y músicos de renombre nacional e internacional. Disfrutar de un concierto en este espacio es una experiencia única que combina la calidad musical con un entorno arquitectónico excepcional.
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Ruta por el Centro Histórico de Avilés y el Barrio de Sabugo.
Visita al cementerio Municipal de La Carriona de Avilés.
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Documentación, redacción, fotografía, realización de vídeo y postproducción realizados por Ángel Bigorra.